Según
lo reseñó el “Diario la Verdad” El agua de botellón que se distribuye es nociva
para la salud. Este es otro problema de agua en la Costa Oriental del Lago
(COL) que se le suma a la sequía y la falta de tratamiento del líquido por
tubería.
La situación es crítica. La gente consume agua de
los botellones confiando en su potabilización, pero resulta que esta puede
resultar más dañina que cualquier otra. En los vertederos, que por sus
condiciones parecen improvisados, carecen del sistema de potabilización y
esterilización necesario para lograr la pureza requerida en el agua.
María Ortega, es educadora y madre de cuatro niños.
Asegura que en su hogar toman a diario agua de botellón por su supuesta pureza,
pero al conocer la realidad manifestó su preocupación. “Ya no sabemos qué es lo
que se toma. Siempre compramos agua de botellón, porque la que sale de los
grifos se supone que es menos confiable. Ahora no sé qué pensar ni que hacer.
Ya nada es seguro”.
Para María, lo más alarmante es el tiempo que esta
situación tardará en resolverse, pues no le queda otra opción que seguir
consumiendo esta agua. Manifiesta que a la semana su familia consume
hasta cinco botellones. “El agua que últimamente sale de la tubería es turbia y
de apariencia poca agradable. Si te la tomas seguro al día siguiente nos
enfermamos, pero si tomas de la del botellón te estás enfermando poco a poco.
Por favor solucionen rápido”.
Son siete plantas embotelladoras ubicadas en la
parroquia Arístides Calvani, zona rural de Cabimas. Según Sergio Sánchez,
director de Servicios Públicos, todas fueron sometidas a una serie de análisis
físicos, químicos y bacteriológicos de los cuales se obtuvieron resultados
negativos, lo que significa que el agua de botellón que los Cabimeros consumen
es, a largo tiempo, letal para la salud.
“Estamos trabajando en resolver este problema. El
agua presenta un desbalance en el PH y bacterias que perjudican la salud de quien
las ingiere. Nunca antes alguien se había preocupado por supervisar e
inspeccionar el trabajo que las embotelladoras cumplen, pero nosotros sí, y
ahora nos percatamos de un grave problema que debe ser resuelto
Según el especialista, el PH del agua debe estar
comprendido entre un rango de 5.5 y 9.5 grados, pero en los casos
inspeccionados el agua cuenta con un rango menor de dos o tres grados y en
ocasiones por encima de hasta 10 y 11 grados. En las aguas también encontraron la
extraña presencia de la bacteria denominada coliforme, presente en las heces de
animales y humanos. “Desconocemos el porqué de esta situación, pero lo
estamos controlando”.
Williany Durán
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