Además de su atractivo color, esta fruta no contiene grasa, sodio ni calorías. Pero además de estas tres características principales, la también conocida como “sandía”, reúne todo un componente de aspectos positivos para todos.
La patilla contiene licopeno, un antioxidante muy reconocido para prevenir enfermedades del corazón. Además, lucha contra otras enfermedades como el cáncer de próstata.
La fruta también es determinante para curar las heridas de la piel, ya que tiene un compuesto llamado citrulina que se encarga de la estimulación celular y en consecuencia de la curación de cualquier cortadura, raspón y hasta quemaduras.
El betacaroteno que contiene la patilla produce vitamina A, y por lo tanto es un gran aliado para prevenir infecciones. Incluirla en tu dieta regular es un seguro para la salud.
Pasando a otros campos, también ayuda en contra del estrés gracias a que es rica en potasio y esto controla la presión arterial. También limpia los riñones y la sangre, además de quitar la sed, en vista de que es una fruta es 92% de agua. Esta última característica permite evitar el mal aliento y dolor de garganta.
Dexyemir González
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