El escritor Mario Vargas Llosa recibió hoy el Premio Internacional de Convivencia, concedido por la ciudad autónoma española de Ceuta (norte de África), en una solemne ceremonia durante la que pronunció un discurso marcado por las palabras convivencia, tolerancia y solidaridad. El escritor peruano, quien también es Premio Nobel de Literatura.
Vargas Llosa lamentó durante el acto que "la intolerancia de quienes creen en verdades absolutas todavía llenan de muertos muchas regiones del mundo".
El premio nobel tuvo palabras especiales para la inmigración, que "siempre beneficia mucho más que perjudica a una sociedad" por lo que debe ser vista "como una solución y no como un problema, de ahí que hay que mirar este fenómeno con comprensión, solidaridad y amistad".
Especialmente se ha referido al caso de Ceuta, "donde la convivencia es una realidad cotidiana y la prueba de que la convivencia es una credencial magnífica, de ahí que este premio no es sólo un honor y un reconocimiento sino que conlleva una responsabilidad para defender que convivir entre gentes diferentes es un extraordinario progreso".
El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, entregó a Vargas Llosa, entre los aplausos del auditorio, una escultura de la artista ceutí Elena Laverón y los 30.000 euros del premio. Este premio fue concedido a Vargas Llosa, según el fallo del jurado, por "su defensa y promoción de los principios de la libertad, la democracia y el estado de derecho, en particular su defensa del fenómeno migratorio que no ve como un problema sino como una solución".
Con este premio Ceuta reconoce a personas o instituciones cuya labor haya contribuido, de forma relevante y ejemplar, a mejorar las relaciones humanas fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres.
Amanda Cárdenas
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