Ya habían
pasado 2 años y medio desde aquel octubre cuando se vieron por primera vez y
Vale se sentía más enamorada y cansada que nunca. Pero el cambio se notaba;
ella desde el inicio sabia que lo que Paolo sentía por ella era muy fuerte y
real, pero ahora lo demostraba con hechos y palabras. Se aparecía en el trabajo
de Vale sin avisar solo para abrazarla y besarla, le decía cada noche que la quería
y hasta regalos le traía de sus viajes; Vale estaba muy feliz pero sentía miedo
que fuese por poco tiempo, ella seguía presionándolo exigiéndole una relación y
el no cedía.
A Vale
la operaron, el estaba a unas cuantas horas de la ciudad pero nunca llego a
visitarla, sus llamadas eran constantes y su preocupación palpable pero nunca
fue a cuidarla y eso para ella fue el comienzo del fin. Paso un mes, Vale fue a
quitarse los puntos y seguía sin ver a Paolo aunque él la llamaba cada noche y
sus palabras de amor lo comprometían.
Por fin
él llega de viaje con muchas historias, regalos y besos llenos de ternura pero
Vale en su interior estaba más fría, la distancia empezó a hacer presencia. Paolo
cada vez se esforzaba mas por verla y decirle lo que sentía pero ella se
alejaba con dolor y sin saber la razón ¡él ya había reaccionado! Faltaban dos
meses para celebrar el tercer año de haberse conocido y al fin Paolo le propuso
a Vale que fuese su novia, ella no acepto. Al día siguiente en el cumpleaños de
Paolo, se hizo la presentación de Vale y se sobreentendió que eran el uno para
el otro.
La
semana siguiente Vale decidió separarse definitivamente de Paolo con todo el
amor y el dolor del mundo. No hubo vuelta atrás. Y justo el día que se supone celebrarían
el tercer año del comienzo de su amor, Vale se puso el punto final al iniciar
una relación como la que había soñado, pero con otro hombre.
Laura Barrera
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