Hablar
del transporte público de Maracaibo le altera los sentidos a cualquiera, sobre
todo a los usuarios que día a día deben sufrir sus “efectos nocivos”: olor casi
insoportable a gasolina, a dióxido de carbono y el exagerado volumen de la
música. Sin embargo, ante tantas críticas, los choferes también tienen las
suyas, sobre todo contra los gobernantes, de quienes aseguran no reciben
soluciones pertinentes para poder brindar un mejor servicio a la población
Son
dos caras del eterno problema de Maracaibo. Por un lado un usuario casi
resignado a usar “chatarras andantes” y por el otro, conductores esperando que
unidades nuevas les caigan del cielo por obra y gracia de los mandatarios.
Para
el toxicólogo Víctor Núñez, la intoxicación por monóxido de carbono,
dependiendo de la concentración, puede causar problemas como cuadros alérgicos,
respiratorios, cardíacos e incluso neurológicos, éste último si la
concentración es muy elevada.
En
el caso del contacto que una persona tiene con el monóxido de carbono en un bus
o carrito por puesto, señala que las afecciones más comunes que podría causar
son las respiratorias como la sinusitis y las alergias en la piel dependiendo
de la sensibilidad de la dermis de los individuos.
Williany Durán
0 comentarios :
Publicar un comentario