Seguimos en el
“amor” pero ahora desde una perspectiva diferente, hablaremos de ese amor que
existe entre madre e hija, y el amor
que nos tenemos a nosotras mismas como mujer. El complejo papel que tenemos en
esta sociedad, empezamos a protagonizarlo desde muy temprana edad, las niñas a
medida que van creciendo y formando su personalidad comienzan a ver a su madre como rival (inconscientemente); cuando el padre
besa en la boca a su hija y luego besa en la boca a su esposa, se crea en la
niña su primera confusión porque ella no quiere compartir, quiere a su papa
para ella. Aunque suene esto un poco descabellado es absolutamente verídico.
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